La migraña es un trastorno neurovascular cerebral que afecta aproximadamente al 15% de la población y es la principal causa de discapacidad en adultos menores de 50 años. Se calcula que el dolor de cuello es doce veces más probable en los pacientes con migraña que en los sujetos sanos. De modo similar, los migrañosos con dolor de cuello informan dolores de cabeza más frecuentes e incapacitantes, así como una mayor sensibilización en el complejo trigémino-cervical, donde convergen los estímulos sensoriales de la cara y el cuello. Sin embargo, existe un debate sobre la naturaleza de la relación entre el dolor de cuello y las migrañas.
Por un lado, algunos expertos creen que las migrañas provocan una mayor sensibilización cerebral o central, lo que causa dolor de cuello. Por otro lado, hay expertos que sospechan que los mecanismos de sensibilización derivados del dolor de cuello contribuyen a la migraña. Para abordar este debate de “el huevo o la gallina”, un estudio de agosto de 2023 comparó a pacientes con migraña con y sin dolor de cuello para observar las diferencias en las características clínicas.
En el estudio, 44 pacientes con migraña sin dolor de cuello, 64 pacientes con migraña con dolor de cuello, y 54 sujetos de control sin dolor se sometieron a exámenes físicos y completaron múltiples cuestionarios para identificar características sobre sus síntomas de dolor de cabeza, dolor/discapacidad de cuello, y el efecto de estas afecciones sobre su salud mental y calidad de vida. Como era de esperar, ambos grupos de tratamiento tuvieron más resultados positivos que el grupo de control. Sin embargo, aquellos en el grupo de migraña con dolor de cuello presentaron características de dolor de cabeza peores, discapacidades musculoesqueléticas cervicales más pronunciadas, signos y síntomas mejorados relacionados con la sensibilización, y una peor carga psicológica que los pacientes con migraña sin dolor de cuello. En otro estudio del 2023, los investigadores encontraron que los pacientes con migraña y problemas de equilibrio—que pueden deberse a una propiocepción alterada causada por una disfunción en la columna cervical—tenían músculos del cuello más débiles, episodios de migraña más frecuentes, y dolor de cuello más intenso.
Hallazgos como estos han llevado a los investigadores a opinar que los pacientes con migraña deben subdividirse en grupos según tengan o no dolor de cuello con el propósito tanto de investigar como de formular pautas de tratamiento. Para quienes padecen dolor de cuello y migrañas, el tratamiento que aborda las discapacidades musculoesqueléticas en el cuello puede ser el enfoque más beneficioso. Los médicos quiroprácticos están bien capacitados para evaluar a los pacientes con migrañas y dolor de cuello y brindar atención para abordar las afecciones musculoesqueléticas que pueden estar contribuyendo o posiblemente causando la afección al paciente.