El suelo pélvico es la “hamaca” muscular que soporta el peso de las vísceras ubicadas en la pelvis. Si estos músculos se aflojan demasiado o se tensan demasiado, una persona puede experimentar urgencia urinaria (o fecal) o incontinencia, disfunción sexual, prolapso del órgano pélvico, así como dolor en la región pélvica e incluso en la zona lumbar.
Esta condición, conocida como disfunción del suelo pélvico (DSP), afecta con mayor frecuencia a las mujeres (el 95% de los pacientes con DSP son mujeres) con edad avanzada y antecedentes de partos múltiples como factores de riesgo conocidos. Muchas mujeres tienen DSP, pero a menudo no se quejan debido en gran parte a la vergüenza o "simplemente aceptarlo como parte de tener bebés" o "simplemente como parte del envejecimiento". Sin embargo, la afección se puede abordar de modo que su efecto en la calidad de vida se reduce, y un médico quiropráctico puede desempeñar un papel en el manejo de la afección.
Los pacientes con músculos pélvicos débiles (DSP hipotónico) a menudo se benefician de los ejercicios de tipo Kegel en los que el paciente "tira hacia arriba" (o "tira hacia adentro") del perineo, como para detener o evitar la micción y/o un movimiento de defecación (BM, por sus siglas en inglés). A diferencia de los ejercicios clásicos de Kegel con un tiempo de espera corto (frecuencia más rápida), los ejercicios de DSP deben realizarse con 10 segundos de espera y aumentar gradualmente el número de repeticiones a 30 para obtener fatiga muscular. Aunque algunos médicos recomiendan hacer estos ejercicios prácticamente en cualquier lugar y en cualquier momento, ¡la CLAVE es hacerlos de manera muy consciente (usando visualización)!
Es importante EVITAR los refuerzos abdominales (tensar los músculos abdominales) ya que AUMENTAN la presión contra el suelo pélvico. Mantenga relajado el estómago, los glúteos y los músculos internos de las piernas y no contenga la respiración. Intente exhalar mientras hace el ejercicio. Cuando sienta que va a estornudar o toser, apriete el suelo pélvico para sostener la vejiga.
Para pacientes con músculos del piso pélvico tensos (hipertónicos), los estudios recomiendan terapia manual, manipulación del tejido cicatricial, modalidades (ultrasonido o e-stim), masaje, reentrenamiento de la respiración, terapia cognitiva-conductual y meditación.
Tanto el DSP hipotónico como el hipertónico se pueden administrar conjuntamente con un obstetra/ginecólogo o el médico del paciente con la atención de apoyo proporcionada por su quiropráctico. Su médico quiropráctico puede abordar problemas musculoesqueléticos en la región pélvica y zona lumbar con terapias manuales (incluida la manipulación y la movilización) para reducir el dolor y aliviar la presión sobre el suelo pélvico. La buena noticia para las personas con DSP es que la afección es manejable, ¡y no tiene que aceptarla como una consecuencia normal de la vida!