En un estudio del 2010, los investigadores examinaron resonancias magnéticas tomadas de 1200 pacientes (600 pacientes con dolor de cuello con latigazo cervical y 600 sin latigazo cervical) y observaron que aquellos que habían sufrido un latigazo cervical eran más propensos a sufrir una lesión cerebral que los pacientes con dolor de cuello sin latigazo cervical.
El tipo específico de lesión cerebral encontrada es una forma de hernia llamada malformación de Chiari, donde la parte inferior del cerebro (el cerebelo) cae a través de la abertura en la base del cráneo llamada foramen magnum. Sus hallazgos mostraron que un alarmante 23% de los casos de latigazo cervical estudiados tenían esta anomalía anatómica.
El Dr. Michael Freeman, el Dr. Ezriel Kormel y sus colegas colaboraron en este esfuerzo y evaluaron a los pacientes mediante resonancia magnética en posición reclinada (acostada) Y en posición vertical. Curiosamente, encontraron que el 5,7% y el 5,3% de aquellos en el grupo de dolor de cuello sin latigazo cervical y el 9,8% y 23,3% en el grupo de latigazo cervical tenían la malformación de Chiari utilizando las posiciones de resonancia magnética reclinada versus vertical, respectivamente.
El Dr. Kormel declaró: “Esta condición puede ser bastante dolorosa y poner en peligro la salud del paciente, con síntomas que pueden incluir dolores de cabeza, dolor de cuello, entumecimiento y hormigueo en las extremidades superiores y debilidad. En algunos casos, también puede haber debilidad en las extremidades inferiores y disfunción cerebral". En una entrevista de radio, agregó el consejo de que CUALQUIERA que sufra de latigazo cervical debe consultar a un proveedor de atención médica de inmediato.
Este estudio es importante por varias razones. Primero, reveló que a menudo hay una lesión más grave cuando ocurre el latigazo cervical que lo que se encuentra inicialmente. En segundo lugar, los hallazgos psicológicos como la depresión, la ansiedad y la dificultad para afrontar la disminución de la capacidad o la incapacidad para ser productivo en el hogar o en el trabajo pueden sugerir la presencia de una lesión anatómica que simplemente aún no se ha encontrado. En tercer lugar, la resonancia magnética se realiza con frecuencia SOLO en una posición acostada. Este estudio no encontró mucha diferencia entre las posiciones de resonancia magnética recostadas y las que soportan peso en los pacientes con dolor de cuello sin latigazo cervical, ¡pero no así en el grupo de dolor de cuello con latigazo cervical! En este grupo, la capacidad de la resonancia magnética para detectar la malformación de Chiari / lesión cerebral se duplicó con creces mediante resonancia magnética con soporte de peso.
Ampliando el último punto, ya que uno de cada cinco pacientes con latigazo cervical tuvo una lesión cerebral que es más probable que se detecte utilizando una posición de resonancia magnética vertical no tradicional, un "nuevo estándar” para el uso de resonancia magnética en la evaluación del paciente con latigazo cervical debería ser considerado. Esto es especialmente importante en aquellos casos que no responden a una atención de calidad o si su médico solo había ordenado una resonancia magnética reclinada anteriormente.
Los médicos de todas las disciplinas deben estar al tanto de este estudio y de la necesidad de una evaluación más exhaustiva, especialmente cuando un paciente con latigazo cervical no responde como debería esperarse.