Según The National Institutes of Health (Institutos Nacionales de Salud), los ritmos circadianos incluyen cambios físicos, mentales y de comportamiento que siguen aproximadamente un ciclo de 24 horas, respondiendo en gran medida a la luz y la oscuridad en el ambiente. La mayoría de los seres vivos poseen este rasgo, incluidos los animales, las plantas y muchos microbios.
Entonces, ¿Cómo se relaciona esto con el dolor lumbar? Estudios recientes revelan que el disco intervertebral (DIV), los "amortiguadores" ubicados entre nuestras vértebras en nuestra columna vertebral, contienen ritmos circadianos intrínsecos que están regulados por la edad y las citosinas, y están relacionados con la degeneración. ¡Esto significa que tenemos un ritmo de 24 horas produciendo varios cambios, de forma organizada a lo largo del día, en cada uno de los discos de nuestra columna!
Los investigadores han encontrado al menos 600 genes con patrones expresados en 24 horas que representan varias vías esenciales asociadas con la patología del disco. En experimentos con ratones, los científicos han observado que cuando se interrumpe la expresión normal de estos genes, puede ocurrir la degeneración del disco. El estudio concluyó lo siguiente: "Estos resultados apoyan el concepto de que las alteraciones de los ritmos circadianos pueden ser un factor de riesgo para la enfermedad degenerativa del DIV y el dolor lumbar".
Entonces, ¿Qué podemos hacer al respecto? Estos hallazgos respaldan un concepto importante que mejora la salud en general, la calidad de vida y la longevidad: ¡Nuestros hábitos de sueño! Sabemos que nuestros ritmos circadianos influyen en los ciclos de sueño y vigilia, la liberación de hormonas, la temperatura corporal, y muchas otras funciones corporales importantes están relacionados con varios trastornos del sueño.
Los investigadores han relacionado los ritmos circadianos anormales con la obesidad, la diabetes, la depresión, el trastorno bipolar y el trastorno afectivo estacional (TAE), por nombrar algunos. También sabemos cómo nos sentimos cuando volamos de California a Nueva York y la alarma suena a las 7 am en Nueva York, ¡Pero nuestro reloj biológico marca las 4 am!
No se puede subestimar la importancia del sueño. La longevidad se acorta cuando se altera la duración del sueño (ya sea dormir muy poco O demasiado) y sabemos que la calidad de vida se ve afectada negativamente en aquellos que trabajan por turnos. Ahora, hemos aprendido que las células en nuestros discos también tienen un ritmo circadiano, y la alteración de ese ritmo puede conducir a la degeneración discal que resulta en dolor lumbar.