La kinesiofobia, el miedo a realizar movimientos que causen dolor, es una ocurrencia común en pacientes con dolor lumbar crónico (DLC). Desafortunadamente, la auto-restricción de la actividad física diaria puede resultar en debilidad y atrofia muscular. Esto puede conducir a una mayor inactividad y más debilidad muscular y, en consecuencia, a una baja tolerancia a las actividades normales de la vida diaria, al ausentismo laboral y a la depresión. Cuando los músculos alrededor de la espalda baja o la columna lumbar se atrofian y debilitan, aumenta el riesgo de ataques agudos de dolor lumbar, lo que lleva a más disfunción y angustia.
Los estudios han informado que cuando se comparan los músculos de la parte delantera de la columna lumbar (los "flexores") con los de detrás de la columna (los "extensores") en individuos con (DLC), notan que se producen mayores cantidades de atrofia y debilidad en los extensores. Los músculos multífidos lumbares son cruciales para mantener la estabilidad de la columna lumbar, mientras que los músculos extensores superficiales erectores de la columna (ES) se conocen como "estabilizadores globales", los cuales están diseñados para producir movimientos macroscópicos y para contrarrestar el peso al levantar cargas externas.
Cuando se trata a pacientes con (DLC), los médicos quiroprácticos suelen recetar programas de rehabilitación/ejercicio para mejorar el control motor, el fortalecimiento muscular, el estiramiento y la capacidad aeróbica. Uno de esos ejercicios que puede recomendarse es caminar hacia atrás. En comparación con caminar hacia adelante, los estudios han demostrado que caminar hacia atrás puede conducir a mejores resultados con respecto a la condición cardiovascular y la activación de los músculos multífidos (que, como se señaló anteriormente, a menudo son más débiles en pacientes con DLC).
Además, caminar hacia atrás trabaja los músculos de las extremidades inferiores en mayor medida, mientras reduce la tensión en la articulación femororrotuliana (la rótula). Esto es importante, ya que el dolor de rodilla comúnmente puede coexistir con el dolor lumbar, especialmente en pacientes con sobrepeso u obesidad. Caminar hacia atrás también estira los tendones de la corva, que a menudo son cortos/tensos en los pacientes con DLC.
Por lo tanto, caminar hacia atrás no solo puede beneficiar a los pacientes que ya tienen dolor de espalda, sino que agregar esta actividad a su régimen de ejercicio, ¡También puede reducir el riesgo de sufrir dolor lumbar, en primer lugar!